(A mi perra, que ya vieja recogí hace cuatro años de la calle y ayer se murió):
Duerme mi perra junto al limonero
como invierno y verano ha dormido ante mi puerta.
Duerme bajo tierra porque murió ayer.
Y como la vida es lo más indiferente que hay,
amaneció de fiesta: ¡meta pájaros y flores y abejorros!
mientras “La Vieja”, mi perra, estrena muerte.
El limonero sí, es más sentimental y le asoman
cien lágrimas gualdas que, duras como las mías,
caen algunas y rebotan cerca de tu manto de terrón, “Vieja”.
Citrus sentimental digo, como tu amigo “Estopa”;
el perro vagabundo que casi hasta el alba, a hondo punzón
de lamento por vos, le abolló del todo a la noche
su palangana de argento.
Y yo, a cirio de cigarro calmo, velé tu fosa
hasta muy tarde, amiga, aun sin saber si habrá un “más allá”;
pues, si a más preciso instinto vela el perro por días
la tumba de su dueño, seña de que éste no dio un paso
fuera del camposanto.
En fin, “Vieja”, porfiando lógica, igualmente confío
que un día o noche de éstas, me reciba tu ladrido celeste
para hacerte el resto de caricias que te pospuse en vida
por lo optimista de creerte eterna y a mí, inmortal.
Por tanto, con mi congoja yo no puedo hacer de tu alegría
una perra triste, pues, un can que se precie de tal
actúa en consecuencia al carácter de su amo y sé
que tu recuerdo, “Vieja”, me esperará haciéndome fiesta
en cuanto abra mi puerta en las mañanas, para renovar
aquel optimismo mío que con o sin gloria te eternice.
Safe Creative: 1410252395615
All rights belong to its author. It was published on e-Stories.org by demand of José Luis Remualdi.
Published on e-Stories.org on 26.10.2014.
Articolo precedente Articolo successivo
Altro da questa categoria "Cameratismo" (Poems in spagnolo)
Other works from José Luis Remualdi
Vi è piaciuto questo articolo? Allora date un'occhiata ai seguenti: